jueves, 24 de enero de 2019

El mundo rural, en tiempo de descuento

Ante todo, he de decir que cualquier solución para recuperar el declive del espacio rural pasa por la demografía. Sin personas, sin población, ni lo rural ni lo urbano se pueden sostener a plazo temporal alguno. Siento ser pesimista en este tema, pero se junta todo. He aquí 10 razones de por qué mi pesimismo.



El derrumbe poblacional nacional con unas proyecciones demográficas adversas coartan definitivamente una mínima repoblación del espacio rural

La base poblacional y las perspectivas demográficas españolas no son nada halagüeñas en este sentido. Sean las proyecciones del INE, las de prestigiosos demógrafos, salvo quizá las de AIREF, no dibujan un panorama que permita sostener alguna posibilidad verosímil de invertir el proceso de destrucción demográfica en el que estamos inmersos. Este gobierno y los anteriores no han hecho nada efectivo para empezar a encauzar el problema demográfico. Y ya estamos en tiempo de descuento.

El retorno a sus lugares de origen de las muchas personas emigradas es muy limitado y estacional

Hasta ahora, los retornos al espacio rural lo ha protagonizado y lo siguen haciendo algunos jubilados, que se retiran en la madurez de sus vidas a los pueblos de su nacimiento y niñez. Son los que se fueron en los 50, 60 y 70 del pasado siglo y, no todos lo hacen, ni de forma permanente a lo largo de todo el año. Este retorno tiene plazo cierto, cuando estas generaciones desaparezcan para lo que no queda mucho.

La cultura rural tradicional está en peligro de extinción con la desaparición de las generaciones  de edad avanzada

El mundo rural no es solo el agro, la foresta y la pesca. El mundo rural es sobre todo cultura, milenaria y tradicional y esa cultura de valores, costumbres, habilidades, saberes, etc, se ha visto truncada en su transmisión debido al éxodo migratorio. Y una nueva cultura no se improvisa de la noche a la mañana.

El retorno o las nuevas incorporaciones  de jóvenes al mundo rural están siendo y seguirán siendo meramente testimoniales

Si no existe una base poblacional que se sostenga y crezca, no habrá nuevos efectivos que puedan colonizar el espacio rural y doy por descontado que muy pocas personas de cierta juventud que hoy viven en los ámbitos urbanos se van a trasladar sin más, al campo. Solo personas muy concienciadas con el problema y cierto arrojo mudan al mundo rural. Pero son casos testimoniales, que en ningún caso son suficientes para resolver este extenso problema.

El agro no ofrece un atractivo económico especial, ni la rentabilidad de otras ocupaciones y sectores económicos

Por otra parte, es arriesgado hoy día y mucho más lo será mañana, pensando en clave optimista, que el campo español da de si para soportar una economía agraria competitiva con otras actividades productivas nacionales y tampoco en los mercados europeos, salvo las excepciones conocidas.

La tecnología es necesaria pero no suficiente para una solución al problema de la rentabilidad

Antaño, lo rural era el campo, el bosque, incluso el mar y se sostenía por lo que se cosechaba, se cortaba o se pescaba. Sin gente no es posible producir nada ni con vieja, ni nueva tecnología. Hace falta una mínima base demográfica, incluso con gran aparataje mecánico y tecnológico para que haya producción y la gente tenga un medio de subsistencia, aunque sea escaso.

El turismo rural es muy positivo pero insuficiente y limitado para generar empleo suficiente  que fije la población

El turismo rural, a través de la oferta de alojamiento, asociada a la gastronómica, los recursos naturales y patrimoniales que se instala en las últimas décadas en el espacio rural siendo muy positiva, no es suficiente para el despegue económico de este tipo de espacios y con una generación de empleo limitada y de cuño casi exclusivamente familiar.

El mundo rural no ofrece una oferta de equipamientos equiparable a la urbana y es de muy costosa implantación

La mella de la emigración y el descenso poblacional ha propiciado la desaparición de la práctica totalidad del equipo social, de comunicaciones, educación, salud, abastecimiento alimentario, comercial, etc, complicado y caros de restituir, lo que exige que quien viva en el campo tenga que ser autónomo para satisfacer sus desplazamientos habituales. Hablando en plata, dependientes del coche.

El rico e inmenso patrimonio rural es costoso y difícil de conservar, sobre todo el parque inmobiliario

El espacio rural es muy rico en patrimonio de todo tipo, no solo natural sino cultural, histórico, religioso, inmobiliario, etc. Todos ellos constituyen los principales recursos turísticos que pueden atraer visitantes esporádicos en mayor o menor medida, Tamaño patrimonio, gran parte en desuso, o bien improductivo  resulta difícil de mantener y perpetuar, sobre todo el parque casi infinito de viviendas rurales abandonadas y muchas en estado ruinoso.

La concentración y jerarquización poblacional y de servicios no es la panacea

A mi entender la estrategia de concentrar núcleos en una cabecera comarcal de servicios con un determinado nivel poblacional es solamente una medida paliativa de no mucho alcance ya que, dicho de forma clara, lo que se podía concentrar ya está casi todo concentrado. Y el panorama no es muy satisfactorio.

A modo de epílogo

Con el Plan de Estabilización de 1959, Franco dio por acabada la etapa autárquica y abrió la economía española al exterior. En el mercado interno, apostó por una industrialización que necesitada de mano de obra atrajo a los excedentes (e incluso más allá de los excedentes) del campo, que todavía no habían emigrado a los países europeos más desarrollados.

El campo español fue el gran pagano de esta apuesta que hizo de España la 10ª potencia económica mundial y las medidas que sobre él se tomaron fueron fundamentalmente de carácter paliativo ante el abandono de tierras y la dispersión de las parcelas, en búsqueda de una mayor eficiencia.

La concentración parcelaria y la mecanización del campo español llegaron tarde, cuando ya el campo había sufrido gran parte de la despoblación en que hoy se encuentra, pero fueron las bases para la subsistencia de un sector y un mundo, el rural que antaño se debatía entre carencias de todo tipo y un trabajo de sol a sol y hoy se debate y lucha contra una muerte bastante anunciada.

Ahora bien, si queremos construir otro mundo rural, distinto, eso ya es otra cosa, pero a mi no se me ocurre cuál.

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