viernes, 22 de febrero de 2019

Hacer política a costa de nuestros hijos y nietos

Es lo que hacen la inmensa mayoría de los políticos, de este país y de otros muchos. Mucho más los de hogaño que los de antaño. Nos explicaremos, porque ahora que se habla tanto de la solidaridad interregional, la intergeneracional brilla por su ausencia y se hace de todo menos eso.


Siempre se ha dicho que los políticos  "tiran con la pólvora del rey", o lo que es lo mismo, que hacen política, inauguran carreteras, líneas de AVEs, hospitales, se pagan sus suculentos sueldos y se auto subvencionan sus partidos y sindicatos y un largo etcétera, con el dinero ajeno.

Pero, tal y como está hoy día la economía, en que el crecimiento económico es bastante escaso y el dinero público es poco para tanto gasto, a pesar de la fritura de impuestos con que nos brean, , los políticos recurren al endeudamiento y el que venga detrás que arree. Y resulta que los que vienen detrás arreando son nuestros hijos y nuestros nietos.

El binomio crecimiento - deuda

Es bien sabido que aquella familia que no tiene ingresos suficientes para pagar sus gastos, una de dos, o deja de gastar  -pero hay gastos como el pan, el abrigo, etc que son sí o sí, o se endeuda. Pero, endeudarse para pagar gastos corrientes, es mal asunto. El endeudamiento debe ser para financiar inversiones que tengan retorno y generen crecimiento económico y al mismo tiempo este crecimiento posibilite su devolución.

Todos sabemos que España tiene un serio problema de deuda pública aunque los políticos miren para otro lado y se empeñen en no darle importancia. Los datos de Eurostat no dejan en muy buen lugar a los responsables del Gobierno en los últimos años, de toda tendencia y color, porque su objetivo es, fundamentalmente, sacar adelante unos Presupuestos expansivos dejando de lado la reducción del déficit estructural.

Hay dos maneras de financiar el mayor gasto público: con más impuestos o endeudándose el estado y/o las autonomías y/o los ayuntamientos. Pero, claro, los políticos cada vez más son reacios a subir los impuestos no vaya a ser que los ciudadanos, cada vez más sensibilizados, les neguemos el voto.

Pues bien, el crecimiento del gasto se ha sufragado básicamente con cargo a deuda pública, lo que ha hecho muy popular el gasto público porque lo hemos cargado sobre las espaldas de nuestros hijos. El gasto público no deja de ser en muchos casos consumo privado que aparenta gratuidad. No es otra cosa que la Educación, la Sanidad y muchos otros servicios que recibimos. Y recibirlos gratis (aparentemente) es agradable y hace popular al político.

Los ingresos públicos distintos de la deuda pública (básicamente impuestos) han crecido en el periodo 2002-2017  un 23,6%, por lo que la diferencia respecto del crecimiento de los gastos el 88,4% se ha cubierto con deuda pública, cuyas emisiones han crecido en estos quince años en un 272,1%.

El endeudamiento tiene un límite

Y esto significa, a juicio de los expertos, que si las tensiones financieras regresan, el euro se ve de nuevo en aprietos y se deterioran la credibilidad y la solvencia del país, el mercado será reacio a prestarnos dinero y aunque finalmente lo haga será con unos tipos de interés importantes como ocurrió en la pasada crisis con la célebre prima de riesgo.

En el límite, nada irreal, llegará un momento en que nuestros impuestos en vez de financiar sanidad, escuelas, burocracia, etc  no financiarán nada tangible; ni escuelas, ni sanidad, ni burocracia. Sólo servirán para financiar lo que eufemísticamente en la jerga económica se llama "el servicio de la deuda·, es decir, los intereses.

 España destinó más de 31.500 millones en 2018 para pagar intereses a los acreedores, una cifra que dobla lo que se pagaba por este concepto antes de la crisis. La diferencia, si lo ponemos en contexto, es prácticamente igual a lo que se gastó en 2018 en prestaciones de desempleo, algo más de 17. 600 millones.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef),  a la que nos hemos referido en otros artículos, señala que ahora se pagan menos intereses porque el endeudamiento se vincula con tipos reducidos, unos tipos que, sin embargo, subirán y podría escalar hasta los 40.000 millones de aquí a cuatro o cinco años. Que decir, si el crecimiento  también se ralentiza como se prevé.
Volviendo sobre lo que ha dicho la Autoridad Fiscal Independiente, la evolución de la deuda ha supuesto que España no haya aprovechado buena parte de su ciclo expansivo sin reducir el endeudamiento.

En definitiva, somos como una familia que años tras año (y creciendo) debemos todo lo que producimos.¿Acaso no es esto más insostenible que los coches diésel? Y a nadie parece importarle.
______________________
A modo de ADDENDA:  Deuda y pensiones:

La Autoridad Fiscal Independiente de Responsabilidad Fiscal, la AIREF, ha vuelto a poner sobre la mesa e insiste en advertir que ligar las pensiones al IPC elevará la deuda pública al 130%. De momento como el Pacto de Toledo se a do al garete, también esto, si bien Podemos y Psoe quieren ponerlo en acción por otros métodos más expeditivos.

En ausencia de medidas que la compensen, “esta deriva implicaría un aumento en la deuda pública de unos 50 puntos de PIB en 2048", afirma la Airef. El déficit de la Seguridad Social que hoy es de 15.000 M€   -y creciendo- se podría plantar en los 40.000. Sin crecimiento de la economía y por tanto con menos cotizantes y más beneficiarios y una demografía ya irresoluble, el explosivo está servido. A nuestros hijos, estos políticos irresponsables, gastando sin tino, hacen que hereden nuestras deudas y no tengan pensiones. Y nosotros votandoles una y otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario