domingo, 7 de septiembre de 2014

Los dos sindicatos, mejor calladitos

UGT y CCOO harían bien en estar calladitos luego de lo que vamos sabiendo, tiempo ha, de sus correrías a lo bandoleros de Sierra Morena de Andalucía y otras plazas que dicen los taurinos.
No son nadie para vetar a consejeros públicos, ni de RTVE ni de ninguna otra empresa, por liberales que les parezcan algunos, tal y como se han permitido hacer con el economista Rallo, consejero del ente público. Ni tienen currículo para repartir bulas. Ni para dar lecciones a nadie.

La culpa la tienen quienes les han  dado alas para erigirse en "interlocutores" ... de la nada. En todo caso en expertos del trinque de los dineros de quienes dicen defender. Y han sido muchos quienes se lo han consentido. Empezando por el gobierno que se pliega a sus caprichos y destituye al sr Rallo, siguiendo por sus primos hermanos de un socialismo corrupto y sinvergüenza, en el sentido literal de la palabra. Pero, sobre todo, los melífluos gobernantes actuales que quieren ajuntarse con quienes les dan patadas en sus ciertas partes, para sacudirse los complejos que los mismos sindicatos y sus mentores les han endilgado.Tercero, también el sr Rallo que si opina que no debería existir televisiones públicas, ¿que hace aceptando un cargo de consejero de RTVE?

El papel de los sindicatos no es sentarse en consejos de administración para trincar sino defender los intereses y salarios de los trabajadores y eso no se hace desde ninguna poltrona ni restaurantes de lujo, ni congresillos de medio pelo, repartiendo carteras fasificadas de los chinos.

Su misión no es gobernar, ni ayudar a gobernar, ni dirigir empresas, ni hacer viviendas llamadas sociales, porque no es su papel ni su cometido. Ni saben hacerlo. Pero, ojo, no todos los sindicatos son iguales. Los hay muy decentes. Nada que ver con esos dos.

Foto: Boxed press

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