Hasta los dueños del mundo, los miembros del G-8 posan sin corbata, cosa impensable hace unos años, donde la corbata marcaba la diferencia entre los políticos de centro, derecha y los de izquierda y antisistema. Entre la gente de orden y la chusma. Pues ahora, como consecuencia de la nueva clase política cursimente llamada emergente, los anti casta, todo el mundo deja la corbata en el armario de su casa o en el bolsillo de la chaqueta y se la ponen o se la quitan, según ante quiénes y dónde.
Aquí, entre nosotros se puede ver de forma evidente en los políticos del PP, hasta hace poco todos siempre encorbatados y ahora con su chaqueta y sin corbata. También en menor medida le ocurre a los del Psoe.
lobos con piel de cordero
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