Estos son los que nos gobiernan, -perdón, más bien, desgobiernan- que cuando se les acaba la mamandurria del cargo oficial se agarran como a un clavo ardiendo a otras mamandurrias varias, algunas, de escasa o nula moralidad, por no decir ilegales. He aquí algunos ejemplos y algunas formas de mamandurrias y corruptelas.
Alberto Nadal en REE, Ana Palacio en Enagás, Ángel Acebes en Iberdrola, Felipe González en Gas Natural, Pedro Solbes en Enel, Elena Salgado en Enersis Chile, José María Aznar en Endesa… La lista es muy larga. Incluso Josep Borrell en Abengoa, condenado hace menos de un año por la CNMV a pagar 30.000 euros por el uso de información privilegiada en la venta de acciones de la andaluza de su propiedad, ligero traspié que por lo que parece no ha sido obstáculo para que el citado haya sido cooptado para dirigir la política exterior de la Unión Europea.
Otros, que no llegan a este nivel andan dando sablazos por ahí, vendiendo a los demócratas venezolanos y asesorando a dictadores. Es el caso de un conocido ex-presidente que trajo el guerracivilismo de nuevo a España y de la cúpula de Podemos que cobraron por por asesorías inexistentes y quieren "chavizarnos" a los españoles. Otros más, están aparcados en el Consejo de Estado, asistiendo al curro una ve al mes y haciendo que hacen informes sobre chorradas varias.
Finalmente, una inmensa mayoría de políticos se han dedicado a inflar sus currículos para tapar su mediocridad académica, política y personal y a plagiar todo lo que se les ponía por delante. Empezando por el presidente del gobierno en funciones -que encima se permitió decir que si a un ministro alemán se le pillaba plagiando éste dimitiría- siguiendo por la ex-presidente de la CAM, la señora Cifuentes, y hasta el presidente del Senado. Excepto Cifuentes, a ninguno le ha costado lo más mínimo en reputación oficial, en abandono del cargo, ni se les ha movido ni un músculo de sus caras de cemento armado.
Así está también nuestra universidad, cargadita de nepotismo y endogamia, donde padres enchufan en sus departamentos a familiares, hijos, etc o dirigen las tesis de sus propios hijos o afines, y así sucesivamente, con tribunales trufados de amiguismo.
Pero tanta corrupción es, como dicen los cursis, sistémica. Lo invade todo, en todos los estamentos y niveles. Aquí vale todo y se consiente todo. Pero eso sí, todo muy política y democráticamente correcto. Lo dijo Romanones, no yo: ¡¡ "vaya tropa" ... !!
Alberto Nadal en REE, Ana Palacio en Enagás, Ángel Acebes en Iberdrola, Felipe González en Gas Natural, Pedro Solbes en Enel, Elena Salgado en Enersis Chile, José María Aznar en Endesa… La lista es muy larga. Incluso Josep Borrell en Abengoa, condenado hace menos de un año por la CNMV a pagar 30.000 euros por el uso de información privilegiada en la venta de acciones de la andaluza de su propiedad, ligero traspié que por lo que parece no ha sido obstáculo para que el citado haya sido cooptado para dirigir la política exterior de la Unión Europea.
Otros, que no llegan a este nivel andan dando sablazos por ahí, vendiendo a los demócratas venezolanos y asesorando a dictadores. Es el caso de un conocido ex-presidente que trajo el guerracivilismo de nuevo a España y de la cúpula de Podemos que cobraron por por asesorías inexistentes y quieren "chavizarnos" a los españoles. Otros más, están aparcados en el Consejo de Estado, asistiendo al curro una ve al mes y haciendo que hacen informes sobre chorradas varias.
Finalmente, una inmensa mayoría de políticos se han dedicado a inflar sus currículos para tapar su mediocridad académica, política y personal y a plagiar todo lo que se les ponía por delante. Empezando por el presidente del gobierno en funciones -que encima se permitió decir que si a un ministro alemán se le pillaba plagiando éste dimitiría- siguiendo por la ex-presidente de la CAM, la señora Cifuentes, y hasta el presidente del Senado. Excepto Cifuentes, a ninguno le ha costado lo más mínimo en reputación oficial, en abandono del cargo, ni se les ha movido ni un músculo de sus caras de cemento armado.
Así está también nuestra universidad, cargadita de nepotismo y endogamia, donde padres enchufan en sus departamentos a familiares, hijos, etc o dirigen las tesis de sus propios hijos o afines, y así sucesivamente, con tribunales trufados de amiguismo.
Pero tanta corrupción es, como dicen los cursis, sistémica. Lo invade todo, en todos los estamentos y niveles. Aquí vale todo y se consiente todo. Pero eso sí, todo muy política y democráticamente correcto. Lo dijo Romanones, no yo: ¡¡ "vaya tropa" ... !!
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