Nunca mejor dicho. De una tragedia, griega en este caso, se trata la pesadilla de este país que llegó con la mentira en la boca de sus dirigentes de entonces a formar parte de la UE. Pero estos que ahora dirigen los destinos de este vetusto y sabio pueblo, no se quedan a la zaga de los anteriores.Quizá son peores. Mienten al pueblo al que le presentan como victorias concesiones a los negociadores de la UE y mienten a los negociadores de la UE haciéndoles ver que van a cumplir lo acordado, cuando luego lo incumplen todo.
Así llevan años y años y así sigue engordando la deuda que contraen con el resto de ciudadanos de los otros países comunitarios, deuda que hace ya mucho tiempo que no pueden ni podrán pagar.
Pero Alemania, el BCE, y el resto de países que ejercemos de acólitos de éstos, siguen dándoles cada vez más y más dinero, que es nuestro dinero. Es una evidente huida hacia delante, que cada vez es más nociva para la UE y los propios ciudadanos griegos.
El pueblo griego se ha acostumbrado a vivir de manera bastante relajada. Prácticamente no existe un sistema fiscal, están acostumbrados a las subvenciones, se retiran de trabajar a edades muy tempranas, etc, etc.
Cuando más tarde Grecia en abandonar la UE, mediante una salida pactada y gradual, más dura será la caída para todos, porque a estas alturas ya no hay otra solución. Que nadie se haga ilusiones que por seguir Grecia en la UE va a cobrar lo que ésta le debe. Nosotros debemos llevar al déficit los más de 26.000 millones que nos deben, sin contar intereses y otras minucias y no poner ni un euro más. Tomaduras de pelo, las justas y necesarias.
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