miércoles, 19 de agosto de 2015

Monopolios privados: atraco consentido a los consumidores

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Da  lo mismo que se trate del gas, la electricidad, el teléfono, etc. Los monopolios, antaño públicos, hoy privados, campan a sus anchas y nos toman por gilip****s, que es lo que somos.

A la izquierda tienen ustedes los datos de mi último recibo del gas, de la compañía GALP Energía.

He pagado por el período facturado un total de 38,34 euros, de los que solamente 3,34 euros corresponden al consumo de gas.


Es decir el importe de lo que yo consumo supone solamente el 8,7% de la cantidad total que pago. El resto, el 91,3% son cosas que nada tienen que ver con el consumo, objeto del servicio y el recibo.

El 91,3, que nada tiene que ver con el consumo que hago del gas al cocinar o ducharme, son impuestos  -cómo no- cosas fijas, el alquiler del contador, que es un sablazo, cánones de no se sabe qué y suma y sigue.

Si esto no es una tomadura de pelo, que baje Dios y lo vea. Es más, es un atraco a mano armada, frente al cual el gobierno no hace nada, ni legisla nada, ni le para los pies a estos monopolios que son cien veces peores que cuando eran públicos.

Así liberalizo yo el cielo y el limbo. Pero ya sabemos que el gobierno y los políticos de derechas, izquierdas o medio pensionistas no hacen nada, ni harán nada porque cuando dejan la poltrona se van al sillón del consejo de administración y allí viven opíparamente.

Su desfachatez llega a tales extremos hasta cobrar a quien tenga sus propios paneles solares siempre que se conecte a la red. Si todos tomásemos la decisión de poner paneles solares, se les hundía el negocio y sin duda seríamos más libres e independientes al no depender de que el poder nos corte la luz. Sería una auténtica revolución. Imaginen lo que digo aplicado a todo el planeta.

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