A Varufakis le salió el tiro por la culata |
Si yo fuese profesor de estrategia empresarial de Varufakis, que pasa por ser especialista en teoría de juegos, le hubiera dado un sonoro suspenso por cómo llevó las negociaciones con los mandamás de la UE.
El éxito de una negociación se mide por sus resultados y éstos no han podido ser más adversos y desastrosos para los intereses de Grecia que debería haber defendido Varufakis y que lo hizo desastrosamente.
Los resultados de la negociación que capitaneó el ministro de Alexis Tsipras no han podido ser peores para Grecia, no solo por la convocatoria de un absurdo referendum que se le revolvió como un bumerang, sino porque al final su presidente ha tenido que acabar firmando unas condiciones mucho más negativas y leoninas que las iniciales de partida que le ofrecía la UE.
La crisis que se ha desatado como consecuencia del desastre negociador todavía no se ha cerrado ya que al presidente Tsipras no le ha quedado otra que presentar su dimisión y convocar nuevas elecciones, con lo cual se abre nuevamente una incógnita para el futuro de los griegos.
Syriza se ha partido en dos, una de ellas mucho más radical que la capitaneada por el presidente dimitido y la puerta está abierta para cualquier resultado electoral posible. Ni qué pensar en caso de que gane la facción radical, partidaria de no llevar a cabo la mayor parte de las contraprestaciones exigidas por la UE, lo que catapultaría a Grecia al abismo.
Grecia no pierde. Perdemos los europeos. Los griegos han vivido a cuerpo de rey durante muchos años. No son el Principado de Mónaco. El régimen político que han consentido y disfrutado, no ha dado resultado, no se puede sostener. En España se rescataron los bancos y se arruinaron a los clientes con las preferentes. En España, después de haberse enriquecido los políticos y constructores de la mancha , con el aeropuerto, se lo regalan a los chinos. ¿Cuánto se distancian los gobernantes griegos de los españoles? Elegimos tan bien a nuestros gobernantes que los padecemos. El 15 M con los indignados y los perroflautas no ganan con sus populismos
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