Se acabó, ministra. Se acabó la legislatura y se acabaron sus responsabilidades al frente de Fomento, que ahora lo son, ya en tiempo de descuento, de carácter transitorio, hasta que se constituya allá por enero un nuevo gobierno.
Es hora de hacer balance de su gestión al frente de este ministerio, que como persona afecta e incondicional del presidente Rajoy, ha gobernado como él desde el autismo político, en enfrentamiento incluso con sus colegas económicos Guindos y Montoro.
Mire usted, hace un año le decíamos las siguientes palabras: “Camino ya de la recta final de la legislatura el ministerio de Fomento presenta un balance muy pobre en la resolución de los importantes problemas que la ministra tiene sobre su mesa, de los que, buena parte, eran compromisos electorales. Si exceptuamos las actuaciones en las infraestructuras ferroviarias, los grandes temas están prácticamente todos pendientes y sin resolver. O la ministra se espabila, o le pilla el toro. Se juega su futuro político.”
Pues, un año después, con la legislatura prácticamente cerrada, seguimos en las mismas. Le ha pillado el toro y ahora no es que se vaya a ir, sino que se va, con casi todos sus compromisos incumplidos. Como su jefe con los suyos. No podemos por menos que darle un sonoro suspenso. Hagamos un breve repaso:
Todo para la alta velocidad, casi nada para las carreteras. Para dar cumplimiento a sus compromisos electorales, la alta velocidad ha consumido más de la mitad de los recursos asignados presupuestariamente, mientras las carreteras han sufrido una auténtica sequía inversora y no digamos ya su mantenimiento.
Las fallidas autopistas radiales y otras: contencioso sin resolver. Todo apunta a que, como siempre, los ciudadanos hemos de salir al rescate de numerosas autopistas de pago que han resultado un evidente fracaso por los riesgos de demanda, indebidamente estimados a la hora de tomar las decisiones respecto de su viabilidad futura. Una gloriosa herencia que nos deja.
La semi privatización de AENA. Un regalo para los inversores privados. Éstas son las consecuencias de las luchas intestinas dentro del gobierno y los círculos anexos los que tienen la culpa de haber regalado parte de nuestro patrimonio aeroportuario. A nadie se le escapa que las posiciones de Fomento (Pastor), el presidente de la compañía (Vargas), los ministerios de economía y hacienda (Guindos y Montoro) y la oficina económica del presidente (Nadal) han estado -y siguen- enzarzados en esto y lo otro y lo de más allá.
No queremos pensar en hipotéticas responsabilidades dolosas del presidente Vargas en su empecinamiento de mantener una valoración a la baja de los activos enajenables.
La “non nata” liberalización ferroviaria. Ya nos habíamos comprado el traje para asistir al bautizo del primer tren liberalizado y nos lo hemos tenido que comer con patatas. Iba para mayo pasado, luego para después del verano y algunos dicen que es inminente. La realidad es que hasta ahora poco se sabe. Al final, el gobierno, más bien Fomento, ha optado por la versión más ligera de la liberalización, con un sólo operador, por siete años.
Pero, ni por esas. La Ministra ha hecho que hizo y aunque a última hora sacó una Orden Ministerial sobre el tema, ya no queda tiempo para nada. Como presumiblemente su partido tiene en el alero volver a gobernar y usted no va a ser ministra, el traje del bautizo lo hemos cambiado por uno de funeral.
Las mercancías por tren: el cuento de nunca acabar. Da lo mismo que hayan sido liberalizadas que no. Y que hayan pasado diez años desde entonces. Lo único evidente es que ha sido usted incapaz de ponerle las pilas a Renfe Operadora, hoy Renfe Mercancías y ser capaz de descargar a la carretera de tanta tonelada peligrosa y no tan peligrosa.
Ni le ha puesto las pilas a Renfe, ni ha privatizado el negocio y lo que se perfila en el horizonte es que se acaben regalando a los dos grandes gigantes ferroviarios europeos públicos. Ello quiere decir que con nuestros impuestos vamos a financiar una infraestructura a precios baratos para unos operadores extranjeros, los dos más grandes de Europa, encima públicos.
Ha sido incapaz de librarse de la pinza que le ha atenazado: por un lado el lobby-mafioso de los carreteros y por otro el lobby de toda la vida de los renferos, que los hay. El objetivo de ambos lobbies ha sido dinamitar la constitución de una nueva sociedad al 50% entre Renfe y el nuevo socio que eleve el perfil internacional de la división deficitaria. Entre los principales candidatos, figuraban la alemana Deutsche Bahn (DB) y la francesa SNCF. Y le han ganado la partida.
La experiencia de internalización de Renfe y Adif puede acabar como el rosario de la aurora. Es el proyecto más emblemático del ferrocarril español. Aquí se la juega el ferrocarril público español y la industria ferroviaria que trabaja en su entorno. Los últimos cambios habidos en la dirección del proyecto no presagian nada bueno, ni garantizan el éxito del proyecto que ya cuenta con bastantes obstáculos derivados de los limitantes geográficos, climáticos y sociales.
El cambio de ministro saudí de Transporte, que para nada bebe los vientos del consorcio español y que está poniendo todos los palos que puede en las ruedas, puede causar un verdadero problema a Renfe Operadora, que una vez finalizado el proyecto tiene sobre sí la responsabilidad de echarlo a andar como Dios manda los trescientos sesenta y cinco días de los doce años siguientes a su inauguración.
Lo peor: las víctimas del Alvia de Angrois, maltratadas. Si, Ministra, sin duda lo peor de su legislatura como ministra. Todo palabras y promesas al principio. Y luego, nada.
Todo lo contrario, trabas de sus acólitos de Renfe y Adif a la investigación, la creación de una comisión para distraer la atención de una auténtica comisión de investigación parlamentaria, investigación del accidente por una comisión -la CIAF- que depende de usted misma, presuntas presiones sobre la justicia a la vista de los avatares judiciales, promesas incumplidas, ocultación de pruebas, maltrato a las víctimas en sus reivindicaciones llevadas a cabo en la calle, la mordaza sobre el maquinista y el sarcasmo de ser el único imputado. Podríamos seguir con un largo etcétera.
No ha querido buscar ni ayudar a buscar la verdad y la justicia. Ha interpretado usted la partitura a que nos tienen acostumbrados en estos casos: que un cabeza de turco pague por todos, permitiendo que todo sea manipulado.
Que tristeza, ministra. Lo lamentamos por las víctimas. Lo lamentamos también por usted. Quedan otras cosas pendientes como lo que no se ha hecho en materia de puertos y la potenciación de su accesibilidad ferroviaria; la nula política de vivienda y un largo etcétera. Todavía algunos la siguen considerando la ministra eficacia del gobierno. Pues si es así, que Dios les conserve la vista.
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