En España no andamos sobrados de patriotismo, ni veneramos nuestros símbolos como el casi todos, o todos, los países. Si hablamos de europeísmo tampoco andamos sobrados, cosa que también ocurre en el resto de Europa. Las encuestas muestran que no existe un acendrado europeísmo, entendiendo por europeísmo la matraca con que los medios afectos a lo políticamente correcto, nos atufan día sí y día también. En esto, sí somos europeos o, más bien, los europeos se parecen a nosotros.Antes que nada, dejar claro una distinción que me parece esencial: que no debemos confundir Europa con la Unión Europea. En Europa ni son todos los que están, ni están todos los que son. Para botón de muestra el último país, Reino Unido, que le ha dado el portazo a la UE, si bien hay que reconocer en una apretada votación.
¿Qué es Europa? Europa son aquellos países del occidente de una península eurásica que conformaron, desde hace cerca de tres mil años una civilización que fue la cuna de la democracia, aunque a lo que hoy llamamos democracia no sea la misma democracia directa que la que practicaron durante cientos de años atenienses y otras polis griegas.
Europa es también el mundo clásico, la citada Grecia que nos legó democracia y arte, más el mundo romano que amplió el legado griego mediante el principal tesoro de la democracia que es la Ley y su idioma, heredado a su vez de Grecia: el latín, del cual desciende directamente el castellano y posteriormente el español. Pero no sólo esto, las infraestructuras
Por último, las divinidades griegas y romanas fueron superadas por la doctrina del cristianismo que empapó todo el medievo europeo y que dio lugar a un humanismo llamado cristiano, garante de buena parte de los valores que decimos occidentales.
A fines del siglo XV España, que confirmaba con la unión de antiguos reinos mediante el matrimonio de la reina castellana Isabel y el rey aragonés Fernando, la esencia de España, llevaron a América la cultura, la civilización, el derecho y la religión católica, creando el mayor imperio (no colonial como sí lo fue el anglosajón basado en el luteranismo) bajo un mestizaje, que no se produjo allí dónde Inglaterra plantó sus reales.
Por el contrario, la Unión Europea son los restos de una pretendida unión política por la que a finales de los cincuenta del siglo pasado apostaron los padres fundadores ( * ), que se quedó en una mala unión comercial, con agravios comparativos escandalosos y con una ficticia e inexistente unión política, dominada por grandes lobbies financieros, ideologías neo-marxistas y el llamado nuevo orden mundial.
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( * ) Konrad Adenauer | Joseph Bech | Johan Willem Beyen | Winston Churchill | Alcide de Gasperi | Walter Hallstein | Sicco Mansholt | Jean Monnet | Robert Schuman | Paul-Henri Spaak | Altiero Spinelli
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