El Psoe, que gobierna con la troupe de social-comunistas, secesionistas, filo-terroristas y demás patulea, ha decido vetar y excluir a Vox de las presidencias de las comisiones parlamentarias, a la tercera fuerza política representada en el Congreso de los Diputados. No es de extrañar por el sectarismo que practican a través de su extendida ingeniería social y sus altavoces mediáticos que llaman democracia sólo a sus mentiras. La suya, claro. Porque lo que no sea la suya, su democracia de Samuel Bronston, de cartón piedra, es fascismo.
Pero esto, con ser malo, no es lo peor. Lo mucho peor e inimaginable es lo que ha hecho el principal partido de la oposición, o sea el PP de, por las cuatro migajas de presidir siete comisiones de un total de treinta y tres , pacta con el Psoe y acepta el chantaje al vetar el Psoe a que Vox presidiese comisión alguna, saltándose una práctica que venía funcionando hasta ahora.
Si se mantuviese la práctica del reparto como se hace en la mesa del Congreso, al partido gubernamental y a sus socios les corresponderían todas las presidencias y una vicepresidencia de dos, de todas las comisiones y una secretaria de dos, de todas las comisiones. El resto, la segunda vicepresidencia y la segunda secretaría se las repartirían los partidos de la oposición.
Como en otras ocasiones, el partido mayoritario -en este caso el Psoe- renunció al sistema aplicable a la Mesa y se prestó a respetar, más o menos, la proporcionalidad del reparto de escaños y le dio siete al PP y el resto se las repartieron Psoe, Podemos, ERC y PNV. Pero sin ceder ni admitir que PP cediese alguna a Vox. Visto lo visto, la aceptación del PP del chantaje del Psoe, Vox se negó a negociar con el PP las vicepresidencias y secretarías que les dejaron los filo-golpistas, Psoe incluído.
No ha tenido este partido que hace años ha perdido el norte y la razón de si mismo, reparo alguno en blanquear la apropiación indebida llevada a cabo por frente popular y que por vez primera rompía un pacto táctico de respetar la proporcionalidad de los escaños en las presidencias de las comisiones parlamentarias, desde 1976.
Este es el respeto que el Partido Popular tiene por la democracia y el más mínimo sentido del honor al permitir un atropello a los usos democráticos más elementales. Ha antepuesto la vergüenza de la limosna infame a la honra de no prestarse a una injusticia y un atropello a la voluntad de unos votantes que podían ser los suyos y que comparten un gran porcentaje del adn de ambos partidos.
¿Con quién está el PP?, ¿como tiene la desfachatez del España Suma?, ¿España suma, con quién? O sea, ¿qué pacta el reparto de las presidencias del Congreso con el indigente intelectual y filo golpista que ocupa la Moncloa?
Pacta el PP con quién les va a seguir arrimando a los golpistas de la Generalidad todo el dinero necesario para que sigan financiando el golpe de estado, sus embajadas, su TV3, su adoctrinamiento en todos los grados de las enseñanzas, al tiempo que se rasgan las vestiduras por los pactos Psoe-Bildu en Navarra, con los independentistas en Valencia y Baleares ... No te extrañe, Pablo Casado, cuando el marginado seas tu.
Qué asco me dan. Qué pena. Qué tan bajo se puede caer. No quiero pensar, pero lo pienso, que también se trata de que sus huestes se lleven cuatro denarios más a fin de mes a la buchaca. Porca miseria.
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