Monedero, ni un segundo más

Dejando a un lado las peroratas que nos has contado y las recetas que has dado urbi et orbi a todo lo que se mueve, ahora toca que te las apliques a ti mismo, aunque como tu mismo has dicho aplicado a otros, es más difícil que te vayas, que una boa vuele después de zamparse un carnero. Ya deberías haber cesado de todos los cargos que detentas en Podemos por estas dos sencillas razones que me permito darte:

Una, en cualquier país que se tenga por democrático  -ya sabemos que aquí estamos lejos de ello-  un político, no ya que le hayan pillado defraudando a sus conciudadanos, sino haciendo intento de ello, no duraría ni un segundo en pasar a formar parte del común de los mortales, despojado de atributo político alguno.

Dos, en cualquier país que se tenga por democrático todo político o formación política que reciba fondos de otro país, sea amigo o enemigo, debe dar cuenta de cuanto, cómo y por qué, sin perder un minuto. Aquí, Podemos alardea de ello y no pasa nada.

Lo que ocurre es que aquí la financiación de los partidos políticos, como otras muchas cosas, es un cachondeo, cuando es una cosa muy grave el que un partido reciba fondos de un país y una fuente que no sea de dentro, legal y transparente. Nos rasgamos las vestiduras cuando los empresarios untan a los partidos, pero cuando se trata de una potencia extranjera, como si nada.

En cualquier país democrático lo que hace Podemos sería de mucho preocupar. ¿Por qué y para qué determinados países les dan dinero a esta amalgama política, países que no se distinguen precisamente por su afinidad ideológica con el nuestro, ni el respeto por los derechos humanos? Los servicios de inteligencia deberían estar todavía más preocupados e investigando lo que haya que investigar por nuestra seguridad ciudadana. En fin, palabras mayores. Monedero, ni un segundo más.