viernes, 16 de noviembre de 2018

De nuevo, camino del hoyo

Siempre se ha dicho y se dice, que la Economía es Confianza. En ello coincidieron casi todos mis profesores en la facultad y yo lo he creído y lo creo firmemente. Quizá lo que más me ha llamado la atención de esta disciplina es la aplicación de técnicas estadísticas a los fenómenos económicos, es decir la econometría, con fines predictivos y su capacidad de modelización de los mismos.


Creo que conozco algo de la teoría predictiva, basada en la modelización de series temporales que estudié hace 50 años, pero que ha sido mi hoby durante bastantes años de profesión, así como su aplicación a la realización de pronósticos sobre el transporte, y en concreto, el ferroviario.

Pero me encontré, que aquellos a los que deberían importarles mis análisis y resultados, les importaban tres pitos, entre otras cosas por desconocimiento y la aversión que todos tenemos por aquello que no entendemos. Mejor y más cómodo, nos quedamos en el 2  + 2 = 4. Y a otra cosa.


Reconozco, que en este tema España es puntera y ha tenido excelentes catedráticos y profesores económetras como los hermanos Julio y Ángel Alcaide (este último mi profesor) que crearon escuela, destacando entre sus discípulos el profesor y funcionario del Banco de España Agustín Maravall, quien introdujo las técnicas del análisis de series temporales en dicha institución y que es la persona que ha desarrollado junto con otros colaboradores, años ha, una aplicación llamada TRAMO (Time series Regression with ARIMA noise, Missing values and Outliers) y SEATS (Signal Extraction in ARIMA Time Series), de libre disposición en la web del BdE y gratuitas.

Esta aplicación es puntera en el estudio de las series de tiempo y usada en numerosos institutos e instituciones financieras y Bancos Centrales de todo el mundo.

Vuelvo, de nuevo, al aserto de que la economía es ante todo confianza. Cuando no existe confianza en los agentes económicos o en el sistema económico, político o judicial, malo para la economía: crisis habemus. Y la confianza no es un dato, ni un conjunto de datos, aunque éstos puedan poner de manifiesto cuando se produce o se atisba un suceso económico.

No obstante las técnicas de predicción económica, existen actitudes de las personas que parecen  obedecer a un inconsciente colectivo, que por sus comportamientos parecen adelantar o anticipar sucesos futuros porque nada ocurre "después" que no haya hundido sus raíces en el pasado, en el "antes".

Esto es lo que he observado analizando las series de ventas del comercio al por menor y, más en concreto, las series de ventas de las Grandes Superficies. El comportamiento de estas series parecen anticipar futuras fluctuaciones en el desarrollo económico, bien creciente o decreciente y, que por tanto, puedan actuar como predictores del comportamiento de otras variables.

La amplitud de la serie de ventas en grandes almacenes, en variaciones de las media anuales de cada mes a fin de neutralizar los efectos estacionales y de calendario, que he tomado de la estadística del INE es la que va desde el 01/2003 al 09/2018, que se recoge en la gráfica adjunta.

En la gráfica se observan tres fases claramente diferenciadas: la primera, va desde enero de 2003 a diciembre de 2007, período en el que se observa un decrecimiento de las ventas en las GS, en un período que se caracterizó por una actividad económica que todavía no hacía presagiar la debacle que se produciría a partir de 2008 y que todavía sigue, aunque mitigada.

La segunda fase,  es la fase de crisis propiamente dicha, que certifica el hundimiento de la economía española, con el espejismo del repunte de 2010. A partir de enero de 2013 las ventas se empiezan a recuperar hasta que en enero de 2014 se abandona la fase de decrecimientos para crecer positivamente hasta el mes de octubre de 2015. De ahí en adelante, a pesar de estar instalados en tasas del PIB crecientes, por tanto en una fase alcista de crecimiento económico, la evolución decreciente de las ventas anticipa una nueva fase de crisis, al igual que ocurrió a partir de enero de 2003.

Yo, en absoluto desecho el poder anticipatorio de las ventas en GA como predictor consistente de la evolución de la economía porque, en definitiva, se trata del comportamiento de los consumidores, que si empiezan a observar comportamientos erráticos en los agentes, conflictividad política, etc, retraen su capacidad de compra por lo que el futuro pueda deparar. Algo así, como la existencia de un  inconsciente colectivo que atisba cuando las cosas van mal o bien y se prepara para afrontarlas. Lo único que hacemos los economistas es buscar la mejor variable que explique este fenómeno y analizar los datos de su evolución.

Desgraciadamente, en Septiembre pasado la serie de ventas ha vuelto a entrar en tasa negativa, desde que comenzase a decrecer en octubre de 2015. ¿Anticipara ello el inicio de una nueva crisis económica en nuestro país? Mucho me temo que sí, aunque nada me gustaría más que equivocarme y que el poder anticipatorio de esta variable de consumo fallase por una vez.
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NOTA: Los "saltos" que se observan en diversos tramos de la curva obedecen a los elevados crecimientos de las ventas entre diciembre-enero, como consecuencia de las ventas navideñas y en algunos casos, a los de las rebajas de enero.

2 comentarios:

  1. Muy interesante, tema del que sabemos poco o nada. Gracias

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  2. Me ha gustado mucho, y estoy completamente de acuerdo. Felicidades.

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