sábado, 13 de abril de 2019

Globalismo e inmigración

El globalismo es la nueva religión destinada a sustituir las religiones históricas, a los estados nacionales, al libre albedrío y la libertad de pensamiento y expresión. Esta religión descreída ya ha echado a andar hace tiempo.


En Europa, el marxismo que se quedó sin lucha de clases porque el lumpen proletario se hizo clase media, sobrevive de abanderado y progre de movimientos que nada tienen de marxismo como filosofía de interpretación de la historia.

El marxismo socialista y comunista vive de la clientela de los movimientos pseudo ambientalistas, feministas radicales, el bodrio llamado de genero (expresión que no es otra cosa que  una mala traducción del inglés de la palabra sexo ) y el súper control de la cultura, historia y tradiciones gracias al dominio de los grandes colosos de la comunicación que necesitan de masas aborregadas y dóciles.

La finalidad del globalismo es acabar con los estados nacionales europeos, contraviniendo la idea europea que tuvieron sus creadores, Adenauer, Schuman, Monnet, De Gasperi, etc, todos ellos humanistas, respetuosos con la tradición del mundo clásico.

Europa ha devenido en sólo un tratado. Europa tiene un parlamento que hace leyes a las que nadie guarda. Tiene un gobierno al que nadie hace caso.. Unos tienen al euro, otros no.
Reino Unido quiere un estatus especial que en eso desembocará el Brexit y acabará consiguiendo  para que tenga lo mejor de estar dentro y nada de lo malo.

En Europa se libra hoy una guerra entre dos galaxias. La guerra ha dejado de ser entre izquierdas y derechas, entre capital y proletariado, entre pobres y ricos, entre buenos y malos, entre ateos y cristianos. La guerra actual en Europa es cultural, de valores en definitiva.



Soros es el principal exponente de este nuevo globalismo y orden mundial para Europa, el más importante e inmune especulador financiero que existe Representa el poder de las élites y el abastecedor financiero de toda una serie de ONGs que ayudan y trafican con auténticos piratas y esclavizadores de masas de desgraciados.

Soros es uno de los financiadores de los independentismos europeos y los vasco y catalán, además de todos sus adláteres. ¿Para qué se entrevistaron Soros y Sánchez, al poco de tomar éste posesión como presidente del gobierno?

¿Para que se entrevistaron Soros y nuestro ministro de Exteriores Borrell en este desayuno que descubre la fotografía que acompaña estas líneas? Pues, no hay que ser un lince para adivinar que para recibir instrucciones, que viniendo de un delincuente internacional, no serán nada buenas.

A Javier Solana hace algún tiempo que se le escapó en una entrevista  que la UE es el ensayo de un gobierno mundial y tiene toda la razón. Ese es el fin último del globalismo y de la política correcta. Por ello todos los que disienten de ello y disentimos, somos arrojados al averno de la heterodoxia.


La inmigración es uno de los más importantes arietes del globalismo para la dilución de la europa milenaria y sus valores históricos. No se trata de recibir una inmigración ordenada sino de una inmigración masiva, desordenada que nunca va a integrarse en las costumbres, religiones y valores europeos.

A sus defensores para nada les importa que vengan haciendo un esfuerzo económico imposible y con riesgos más que evidentes para sus vidas, destinadas a vagar de forma miserable en las calles de nuestras ciudades.

Estas consideraciones son las que formula este especialista mundial en migraciones, de manera especial en las migraciones africanas.

Stephen Smith (1956, Connecticut) es uno de los mayores expertos mundiales en África. En una entrevista al diario EL MUNDO el pasado día 9 afirmaba en su libro La huida hacia Europa que "mientras Europa envejece y se despuebla, África crece y rebosa de jóvenes: un 40% de sus habitantes tiene hoy menos de 15 años. A esa explosión demográfica se suma que, por fin, el continente comienza a salir de la pobreza absoluta, lo que significa que cada vez más personas disponen de los medios económicos necesarios para sufragarse el viaje hacia Europa en busca de un futuro mejor". 
"Todo desembocará en una oleada masiva de inmigrantes africanos hacia Europa que hará que dentro 30 años en el Viejo Continente se cuenten entre 150 y 200 millones de africanos, frente a los nueve que hay hoy. Sólo a España se calcula podrían llegar nueve millones de subsaharianos en los próximos 20 años".

De la misma forma, desmonta la mentira de que la inmigración, aunque sea descontrolada es beneficiosa para asegurar las pensiones futuras de europeos y españoles:

Los jóvenes africanos no pueden corregir el envejecimiento de los sistemas de seguridad social de Europa porque el índice de dependencia -la proporción entre contribuyentes y beneficiarios- no mejorará a causa de su presencia: por cada trabajador africano que contribuya al sistema habrá que contar también a sus hijos (generalmente son familias más numerosas que la media europea) y quienes tendrán legítimamente derecho a la educación y la sanidad públicas. Hablar de la inmigración como una «necesidad demográfica» es una falsedad, una estúpida falsedad: no se «reemplaza» a un europeo por un africano quien, a su vez, no se convierte en europeo por el mero hecho de poner el pie en el continente europeo.
_______________________________

Stephen Smith  ha sido durante varios años corresponsal en África occidental y central de la agencia France Press y de Reuters, ha dirigido la sección de África de periódicos como Libération y Le Monde, ha sido analista de la Organización de las Naciones Unidas para temas africanos y, desde 2007, imparte clases de Estudios Africanos en la Universidad estadounidense de Duke.

No hay comentarios:

Publicar un comentario