lunes, 26 de marzo de 2018

Un ejemplo de la voracidad impositiva de las C. Autónomas


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En España, cuando te mueres o vendes un bien patrimonial, pagas ,bien tu, bien los herederos, impuestos. Las plusvalías municipales a los ayuntamientos y también el denominado "Impuesto de Transmisiones Patrimoniales", entre otros además de otras tasas. Este impuesto es de recaudación por las Comunidades Autónomas y es ampliamente incautatorio.

Según un informe del Banco Mundial, en España transmitir una propiedad cuesta como media un 7,9% del valor de la propiedad, mientras que la media de la UE es  de un 4,5, poco más de la mitad y algunas superan el 10%.

Yo me pregunto, ¿por qué vender/comprar un bien, o heredarlo, o cederlo tiene que tributar? No hay generación de plusvalía alguna y lo único que ocurre es que cambia de manos.

Y, además, ¿quién decide lo que vale la propiedad? Hasta ahora Hacienda exigía los impuestos correspondientes a las transacciones sobre propiedades inmobiliarias basándose únicamente en criterios generales y sin realizar visitas de sus técnicos. El Tribunal Supremo ha dado carpetazo a esta práctica y ha abierto la puerta a que miles de propietarios recurran estas valoraciones que poco tienen que ver con el coste real de los inmuebles.

Frente a esta situación abusiva las recomendaciones del Banco Mundial son escuetas, pero muy claras. “Evaluar la posibilidad de reducir el impuesto; realizar un diagnóstico de procesos, utilizar la tecnología y reorganizar el funcionamiento de las oficinas (de los colegios de registradores, notarios, Hacienda, el catastro…) para reducir los tiempos de respuesta de los registros y fomentar el uso de las herramientas telemáticas existentes”,

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