viernes, 27 de abril de 2018

Sectarios e ignorantes

La alcaldesa sectaria y su tropa de ignorantes se han dedicado, en vez de gobernar para el pueblo, a cambiar un buen puñado de rótulos de calles madrileñas, a la caza del fascista con calle. Como son ignorantes han metido la pata en no pocas ocasiones. Una de las más sobresalientes meteduras de pata es la retirada del nomenclátor de la calle al general Millán Astray.


Millán Astray fue un general del Ejército Español, fundador con el general Franco de la Legión Española, unidad de choque de la Infantería Española que sumaba los valores de lo mejor de las legiones romanas y los Tercio fundados por el Gran Capitán, cuyo espíritu de entrega máxima y organización  fue recreada en otros ejércitos extranjeros (su primera denominación era precisamente la de Tercio de Extranjeros al igual que el Tercio Francés). Desde su creación ha participado en innumerables acciones de guerra, demostrando  ingente valor y heroísmo.

Millán Astray participó con 17 años en la guerra de Filipinas contra los americanos y más tarde en nuestra guerra de África, en la que la legión recién creada contribuyó a cambiar la estrategia seguida hasta entonces de los manuales del siglo XIX, con resultados nefastos.

A Millán Astray la "progresía" le conoce por el tergiversado incidente con Unamuno en la Universidad de Salamanca, que constituye una supina mentira histórica. No se le conoce, intencionadamente, por su más que estimable cultura, muy superior a la clase acomodada de entonces y del progresismo izquierdista que nos desgobierna.

Nada tuvo que ver el general MA con el alzamiento ya que por aquel entonces se encontraba en Buenos Aires, lo que no impidió que al poco tiempo se sumase al mismo entrando en Salamanca a través de Portugal.

La chusma y la ideología imperante, tanto la meliflua como la revanchista y la acomodaticia a la mamandurria, ocultan la labor social que el general llevó a cabo en Vallecas con los indigentes y niños, hasta el punto de llevárselos a su casa hasta que se resolvían o mitigaban sus penurias.

Lo se de buena tinta porque cuando sus obligaciones se lo permitían, se acercaba al Colegio de las Mercedes de niños (de recién nacidos hasta seis o siete años) para huérfanos del Ejército y se desvivía llevando juguetes, dulces y regalos cuando llegaban las fiestas. Fue un verdadero protector de los pequeños infantes, que los ex-alumnos, hoy todavía sobrevivientes, recuerdan con gratitud y cariño.

A la sectaria alcaldesa, a su patulea municipal y a todos los que quieren ganar la guerra que afortunadamente perdieron, aclararles que la calle le fue concedida por la creación de la Legión Española y no por nada relacionado con la guerra civil, muy posterior a la efeméride legionaria.

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