viernes, 27 de julio de 2018

Estatalizarlo y controlarlo todo

Hay tres jefes de gobierno, unidos por tres semejanzas: uno Maduro, que masacra a sus paisanos, los tiene sumido en el hambre, sin libertades y en la pura miseria. Los otros dos, El Inmaduro, que no es otro que el presidente que nos desgobierna y el homo antecesor, ambos, indigentes morales e intelectuales.


Hasta ahora, las medidas aprobadas y las que prevé aprobar Pedro Sánchez y su gobierno, bien con la gandalla en la que se apoya, bien, si es necesario, a golpe de decreto, no son otra cosa que ocurrencias para contentar a quienes le sostienen y lo peorcito de su parroquia o militancia, que son los más radicales.

Muchas de las medidas que ha dicho de poner en marcha y otras más que nos esperan, van encaminadas a imponernos al Estado por encima de nuestras libertades y, lo que es peor, por encima de nuestras conciencias. Y, por supuesto, estos socialistas entienden que el Estado es el partido que gobierna, que son ellos, que son sus ideologías.

Sólo algún ejemplo:
  • De nuevo, la asignatura "educación para la ciudadanía", que en realidad es el adoctrinamiento en los niños y jóvenes de la ideología dominante y, por tanto de una moralidad, cuya función no corresponde al Estado sino a los padres, la familia y a la libertad de éstos.
  • De nuevo, este gobierno pretende meterle otra andanada a la educación concertada, retirándole subvenciones por los más peregrinos motivos, como si el Estado detentase el poder exclusivo de educar a los ciudadanos. Esta visión es una visión totalitaria que pretende suplantar la libertad de enseñanza y cátedra, que corresponde a la sociedad. El papel del Estado en la enseñanza debe ser únicamente de garante de una educación libre para todo aquel que demuestre talento para aprovecharla, en el centro que elija el alumno o sus tutores. Al margen de que la educación concertada sea casi tres veces más barata y de mayor calidad que la del Estado.
  • Entrar a saco en la Academia de la Lengua para imponer una monstruosidad lingüística que consiste en duplicar a troche y moche los vocablos en una propuesta que demuestra la ignorancia de nuestra lengua.
  • Entrar a saco en las relaciones de pareja hasta proponer la memez de que tenga que existir un consentimiento expreso de la mujer para mantener relaciones íntimas. Imbecilidad mayor no cabe encabeza humana.
  • Entrar en mi conciencia y coartar mi libertad de expresión al proponer en la reforma de una ya demencial ley de memoria histórica, penalizar con cárcel la libertad de  manifestar mi preferencia o no, por un régimen que pertenece a la Historia, lo mismo que ellos (la chusma izquierdista) proclaman y reivindican el régimen de una República plagada de asesinos socialistas y comunistas, causantes de un alzamiento militar para restaurar el orden.
  • Vulnerar flagrantemente la ley. al borrar en los varones la presunción de inocencia, en esa inconstitucional ley llamada de género, que nos deja a merced de las mentiras y estratagemas que quieran usar las mujeres en los procesos de separación y divorcio.
Y así podríamos seguir. El Estado (rectifico, los partidos totalitarios) controlando conciencias, educación, libertades y vidas al mejor estilo soviético leninista y estalinista. En el siglo XXI. Apañados vamos con esta chusma.

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