No son solo secesionistas que quieren romper España, inventándose historias, manipulando la educación y los medios de comunicación que algunos indecentemente han puesto en sus manos, desde hace 40 años. Desde entonces, han montado toda una estrategia orientada a conseguirlo. Unos, amparados tras el terror, otros tras el falso seny nacionalista, todos chantajeando al Estado con unos miserables, sucios y corruptos votos.
Son secesionistas e imperialistas, con la aquiescencia del Estado y la mayoría de los partidos que se autodenominan constitucionalistas. Constitucionalistas, ¿de qué constitución?, si no hacen nada,si no han hecho nada, si no harán nada para impedirlo. Incumpliendo leyes día sí y día también. En los últimos ocho lustros, se ha permitido todo.
Los secesionistas catalanes han comenzado hace ya un lustro a poner las bases de su delirio imperialista, consistente en la creación de "Los países catalanes" que incluirían, Cataluña, por supuesto el antiguo Reino de Valencia y las Islas Baleares. En esta tarea les acompañan los neocomunistas de Podemos y sus marcas regionales, los secesionistas valencianos y baleares y el Psoe de estas comunidades.
Quizá, de raíces más antiguas fueron las ansias del expansionismo vasco sobre Navarra así como lo que los secesionistas vascos denominan los territorios del norte, en Francia. Claro, en Francia, bromas, ni media, a diferencia de aquí en que el Estado permane inane. Poco le queda también a los secesionistas vascos para anexionarse Navarra y tiene bemoles que unos señoríos (nada más que eso eran los territorios vascones) se vayan a engullir mil años después, nada menos que al reino de Navarra, uno de los más antiguos de la península.
Lo que ha pasado, y lo que está pasando en España, es algo inédito, en Europa y en el mundo. El hecho de que un Estado, de más de un milenio y dos de la forja como Nación Hispana, se desmembre ante la traición de todos los poderes públicos y la desidia, el desinterés y el pasotismo de la inmensa mayoría de españoles, no tiene parangón en ningún otro país.
Aquí, a diferencia del resto de naciones, la izquierda ha sido siempre anti española, anti religiosa y profundamente antidemocrática, si es que a alguna izquierda, salvo que a una socialdemocracia muy desvaída, se le pueda tildar de democrática.
La estrategia de la izda y de los grandes grupos mediáticos consiste en tres puntos: uno, un gobierno de frente popular. ya conseguido con Sánchez que es su títere; dos. arremeter contra la monarquía para cambiar la Constitución y proclamar la III república; tres, domeñar al poder judicial para eliminar las trabas legales y romper la unidad de España. Mientras tanto, la derecha entretenida en guerritas internas y pidiendo perdón por los insultos de fachas y franquistas para hacerse perdonar algunos su pasado.
Para echarse a llorar. O al monte.
Son secesionistas e imperialistas, con la aquiescencia del Estado y la mayoría de los partidos que se autodenominan constitucionalistas. Constitucionalistas, ¿de qué constitución?, si no hacen nada,si no han hecho nada, si no harán nada para impedirlo. Incumpliendo leyes día sí y día también. En los últimos ocho lustros, se ha permitido todo.
Los secesionistas catalanes han comenzado hace ya un lustro a poner las bases de su delirio imperialista, consistente en la creación de "Los países catalanes" que incluirían, Cataluña, por supuesto el antiguo Reino de Valencia y las Islas Baleares. En esta tarea les acompañan los neocomunistas de Podemos y sus marcas regionales, los secesionistas valencianos y baleares y el Psoe de estas comunidades.
Quizá, de raíces más antiguas fueron las ansias del expansionismo vasco sobre Navarra así como lo que los secesionistas vascos denominan los territorios del norte, en Francia. Claro, en Francia, bromas, ni media, a diferencia de aquí en que el Estado permane inane. Poco le queda también a los secesionistas vascos para anexionarse Navarra y tiene bemoles que unos señoríos (nada más que eso eran los territorios vascones) se vayan a engullir mil años después, nada menos que al reino de Navarra, uno de los más antiguos de la península.
Lo que ha pasado, y lo que está pasando en España, es algo inédito, en Europa y en el mundo. El hecho de que un Estado, de más de un milenio y dos de la forja como Nación Hispana, se desmembre ante la traición de todos los poderes públicos y la desidia, el desinterés y el pasotismo de la inmensa mayoría de españoles, no tiene parangón en ningún otro país.
Aquí, a diferencia del resto de naciones, la izquierda ha sido siempre anti española, anti religiosa y profundamente antidemocrática, si es que a alguna izquierda, salvo que a una socialdemocracia muy desvaída, se le pueda tildar de democrática.
La estrategia de la izda y de los grandes grupos mediáticos consiste en tres puntos: uno, un gobierno de frente popular. ya conseguido con Sánchez que es su títere; dos. arremeter contra la monarquía para cambiar la Constitución y proclamar la III república; tres, domeñar al poder judicial para eliminar las trabas legales y romper la unidad de España. Mientras tanto, la derecha entretenida en guerritas internas y pidiendo perdón por los insultos de fachas y franquistas para hacerse perdonar algunos su pasado.
Para echarse a llorar. O al monte.
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