Vuelta la burra al trigo

¿Van a solucionar algo las elecciones del 10-N?, ¿o van a ser más de lo mismo? Mucho me temo que sí, salvo que exista algún suceso electoral de gran calado. Nadie va a tener mayoría absoluta,   -condición que ya no volverá a repetirse por muchos años-    y los bloques mayoritarios de izquierdas-derechas se mueven en torno al empate, según elecciones.

Estimación de escaños para la elecciones del 10-N 2019
de "Electomanía"

A menos de dos meses de las elecciones, todavía es pronto para tener pronósticos de una cierta fiabilidad, lo que no impide que se puedan algunas formular hipótesis de carácter general.

Por ejemplo, a nuestra izquierda tenemos la última previsión de Electo Panel de la web Electomanía, especializada en demoscopia. Las cifras se refieren a los resultados de la anterior consulta del 28-A (izquierda) y el pronóstico para el 10-N (derecha).

Si excluimos del cómputo a los partidos con representación minoritaria como son la mayoría de los partidos nacional-independentistas y nos centramos en los cinco partidos de representación nacional vemos que el 28-A los dos grandes partidos de izquierda obtuvieron 166 escaños, frente a los 147 de los tres partidos de centro-derecha. La previsión de Electomanía estima para el 10-N, 154 y 158 escaños, respectivamente.

Con estos datos, una conclusión obvia es que ninguna de los grandes partidos podrá obtener la mayoría absoluta, pero la suma de los dos grandes de la izquierda más ERC y algún otro partido nacional-independentista podrían sumar una mayoría absoluta. Por el contrario, los tres partidos constitucionalistas  -el Psoe de Sánchez no lo ha sido nunca-  PP, C´s y Vox, a pesar de que obtendrían más escaños que Psoe+UP, no sumarían para una MA y se quedarían a 18 escaños de lograrla, circunstancia casi imposible.

Otro aspecto a destacar es la estabilidad de voto de los partidos minoritarios en representación, por lo que su poder decisorio va a seguir siendo el mismo que en la consulta del pasado mes de Abril.

Por último, señalar que los posibles trasvases de votos, de producirse, serán siempre mayoritariamente intra-bloques, incluso en el caso de que el partido del ex-podemita Errejón se tirase a competir en la arena nacional ya que le quitaría votos a UP y circunstancialmente al Psoe.

Los políticos lo tienen complicado porque no tienen, ni saben que es eso de negociar. ¿Y me pregunto? con este panorama, ¿qué piensan hacer los partidos el 11-N?, ¿van a volver al mismo trigo? Pues, que no nos toquen mucho más los coj**es, porque el horno de los votantes no está ya para muchos bollos.
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NOTA: Una vez escrito este artículo se ha producido la noticia de la concurrencia a las elecciones en ciernes del partido de Errejón, circunstancia que estimamos no invalida lo escrito, toda vez que el trasvase de votos se produciría entre los grupos de izquierda.